lunes, 3 de agosto de 2009

Una dieta equilibrada refuerza nuestro sistema inmunologico

Aparentemente la ingesta energética tiene una manifiesta influencia en la actividad inmunológica, tanto por exceso como por defecto de calorías. El aporte excesivo de energía puede afectar a la capacidad del sistema inmunológico de combatir infecciones, por lo que la obesidad está ligada a una mayor incidencia de enfermedades infecciosas. Además, las personas obesas son más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares que, a su vez, están relacionadas con alteraciones de la función inmunológica. Pero también las personas desnutridas presentan un mayor riesgo de contraer infecciones, al igual que quienes siguen regímenes de adelgazamiento de menos de 1.200 calorías al día u otros de mayor número de calorías pero desequilibrados, ya que esas dietas pueden hacer disminuir la función inmunológica. La reducción de las grasas en la dieta no sólo deviene fundamental para controlar el peso, sino también para el óptimo funcionamiento del sistema inmunológico. Parece ser que las dietas ricas en grasa reducen la respuesta inmunológica, aumentando así el riesgo de infecciones. Por lo tanto, si se reduce el contenido de grasa en la dieta, la actividad inmunológica aumenta. No obstante, no es sólo una cuestión de cantidad, la procedencia o calidad de las grasas que introducimos en nuestra alimentación cotidiana también es importante. Conviene incluir en nuestra dieta pescado azul, frutos secos, aceite de oliva y girasol o soja o aceite de linaza para asegurar un aporte equilibrado de diferentes grasas esenciales para la salud. Consumir regularmente productos lácteos fermentados -como yogur o kefir- contribuye, asimismo, a aumentar las defensas inmunológicas. De hecho, hay estudios que demuestran que quienes toman regularmente leches fermentadas presentan, además de una mayor resistencia a los microorganismos que provocan las intoxicaciones alimentarias, un mejor estado del sistema inmunológico. Finalmente, el mantenimiento en condiciones del sistema inmunológico requiere un consumo constante de todas las vitaminas y minerales necesarios. Para ello, hay que asegurarse de seguir una dieta equilibrada que incluya variedad de alimentos en las cantidades adecuadas. Nutrientes directamente relacionados con el sistema inmunológico Vitamina C: aumenta la producción de interferón (sustancia celular que impide a una amplia gama de virus provocar infecciones), por lo que la inmunidad se puede potenciar. Además, esta vitamina es necesaria para formar colágeno, un componente esencial de las membranas de las células, por lo que la vitamina C contribuye al mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones. Fuentes alimentarias: Guayaba, kiwi, mango, piña, caqui, cítricos, melón, fresas, bayas, pimientos, tomate, verduras de la familia de la col, frutas y hortalizas en general. Vitamina E: diversos estudios han demostrado que aumenta la respuesta inmunológica (se administró 200 mg/día de esta vitamina a personas que no seguían una alimentación sana y con defensas bajas, y su respuesta inmunológica mejoró notablemente). Fuentes alimentarias: aceite de germen de trigo, aceite de soja, germen de cereales o cereales de grano entero (pan, arroz y pastas alimenticias integrales, etc.), aceites de oliva (principalmente, el virgen extra de primera presión en frío), vegetales de hoja verde y frutos secos. Vitamina A: representa un papel esencial en las infecciones y en el mantenimiento de la integridad de la superficie de las mucosas (barreras naturales contra las infecciones). Fuentes alimentarias de vitamina A: hígado, mantequilla, nata, huevo y lácteos completos. Fuentes alimentarias de beta-caroteno: cuando el organismo lo requiere, se transforman en vitamina A. Presente en verduras de color verde o de coloración rojo-anaranjado-amarillento y algunas frutas (albaricoques, cerezas, melón y melocotón…). Otras vitaminas: se han descrito alteraciones del sistema inmunológico asociadas al déficit de vitaminas del grupo B. La carencia de ácido fólico o vitamina B9 suprime la respuesta de algunos linfocitos, lo que a su vez se acompaña de una disminución de anticuerpos (sustancias que luchan contra los gérmenes y tóxicos). También se sabe que las deficiencias de tiamina o B1, riboflavina o B2, ácido pantoténico o B5, biotina o B8 y cianobalamina o B12, pueden disminuir la producción de anticuerpos. Fuentes alimentarias: El complejo vitamínico B aparece en la mayoría de alimentos de origen vegetal (verduras, fruta fresca, frutos secos, cereales, legumbres) y en los de origen animal (carne y vísceras, pescado y marisco, huevos y en los productos lácteos). El ácido fólico se encuentra mayoritariamente en la verdura de hoja verde, legumbres verdes, frutas, cereales de desayuno enriquecidos e hígado, y la vitamina B12 abunda en el hígado y el marisco, pero también está presente en alimentos como carne, pescado, huevos y productos lácteos. Flavonoides: no se consideran nutrientes, son sustancias propias de plantas (colorantes) de acción antioxidante. Están presentes en numerosos vegetales, algunos de los cuales potencian la acción de la vitamina C. Fuentes alimentarias: Verduras de la familia de la col, verdura de hoja verde, frutas rojas, moradas y cítricos. Hierro: el déficit de hierro es relativamente frecuente y afecta principalmente a jóvenes y embarazadas; disminuye la proliferación (multiplicación y crecimiento) celular y la respuesta inmunológica. Fuentes alimentarias: hígado, carnes (especialmente la de caballo), pescado, huevo y, en menor proporción, lácteos. Cinc: la carencia de cinc es relativamente frecuente en niños, mujeres embarazadas, madres lactantes, ancianos y personas vegetarianas o que realizan dietas bajas en calorías. El consumo habitual de tabaco también se puede considerar factor de riesgo de déficit. Su carencia influye en el sistema inmunológico y afecta fundamentalmente a órganos linfoides (que producen linfocitos) y a la respuesta inmunológica. Fuentes alimentarias: mariscos, hígado, semillas de calabaza, quesos curados, legumbres y frutos secos, cereales completos, carnes, pescados, huevos y lácteos. Selenio: el déficit de selenio afecta a la inmunidad, estando disminuida, entre otros, la actividad bactericida, la respuesta de los anticuerpos frente a ciertos tóxicos y el desarrollo de linfocitos. Fuentes alimentarias: Carne, pescado, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras.

martes, 30 de junio de 2009

Hablando del asma

¿Qué es? El Asma es una enfermedad inflamatoria cronica, es decir, no es una enfermedad que se sane pero sí se puede controlar. Es una enfermedad de las vías aéreas ubicadas dentro de los pulmones. Las vías aéreas llevan el aire a los pulmones, y al hacerlo cada vez se hacen más pequeñas como ocurre con las ramas de un árbol. El Asma se puede manifestar o tener a cualquier edad. Esta no se contrae de otra persona. ¿Cómo saber si se tiene Asma? Las personas que tienen asma despiertan de noche debido a crisis de tos y dificultad respiratoria.Al hacer ejercicio, puede que la respiración se dificulte y el pecho se oprima.Pueden tener una respiración dificultosa, y ataques de asma que aparecen y desaparecen periódicamente. Control del Asma •Asma Bajo Control: Cuando el asma está bajo control, las vías aéreas están permeables y el aire fluye fácilmente hacia adentro y fuera de los pulmones. •Asma No Controlada: Cuando el asma no está controlada, las paredes de las vías aéreas ubicadas dentro de los pulmones se ponen más gruesas y están inflamadas. Bajo estas condiciones, un ataque de asma puede desencadenarse más fácilmente. ¿Cómo Controlar el Asma? 1.Manténgase alejado de las situaciones que pueden provocarle ataques de Asma. 2.Tome los medicamentos para el asma en la forma que el médico se lo haya indicado. 3.Visite al médico 2 a 3 veces al año para que lo controle. Concurra aún cuando se sienta bien y no tenga problemas respiratorios. 4.Use adecuadamente el medidor de flujo respiratorio máximo en su hogar y lleve un registro periódico de su capacidad de respiración. De esta manera usted podría prevenir una crisis asmática. Si en su familia hay alguien asmático, usted puede evitar que su bebé desarrolle asma. Para ello: 1.No fume, cuando esté embarazada 2.No deje fumar cerca de su bebé, y mantenga el humo de tabaco fuera de su casa. 3.Recubra el colchón de su bebé con una cubierta especial a prueba de polvo. 4.Mantenga su casa libre de gatos y otros animales con piel. Uso del Inhalador en Aerosol Existen diferentes tipos de aerocámaras o espaciadores, algunos tienen una pieza bucal y otros una máscara facial. Saca la Tapa del Inhalador y agítalo vigorosamente. Ponte de pie y bota todo el aire de los pulmones Pon en tu boca la aerocámara con el inhalador, aspira presionándolo y espera 10 segundos respirando lentamente con la aerocámara. Espera entre 3 y 5 minutos antes de aplicar un segundo puff. Vida de un Asmático Las personas con Asma pueden llevar vidas normales y activas cuando aprenden a controlar su asma. Pueden trabajar, jugar y asistir a la escuela. Pueden dormir bien de noche. El Asma no es una enfermedad de la cual avergonzarse. En diferentes partes del mundo, muchas personas padecen de asma. En Perú, la frecuencia de personas que padecen Asma, corresponde a un 12% aproximadamente. Consejos prácticos para personas con Asma: 1.En la habitación: ◦Saque las alfombras y carpetas, pues ellas acumulan polvo y hongos. ◦Saque las sillas tapizadas, cojines y almohadas superfluas, pues coleccionan polvo. ◦No permita que haya animales en el dormitorio, ni menos sobre la cama. ◦Evite fumar dentro del dormitorio y elimine los olores de fuerte penetración. 2.La cama: El polvo se acumula en los colchones, frazadas y almohadas. Este polvo afecta a la mayoría de las personas con asma. ◦Envuelva completamente el colchón de su bebé con fundas antiácaros. Tenga presente que la mayoría de los cuadros asmáticos se relaciona directamente con la exposición a ácaros que viven en el polvo que se acumula en las camas, sillones, y alfombras (www.flomy.com). ◦No use almohadas o colchones rellenos con paja. Una simple estera para dormir puede ser mejor que un colchón. ◦Lave a menudo con agua caliente las sábanas y colchas. Póngalas luego a secar a pleno sol. 3.Abra las ventanas para mantener aire limpio y fresco: ◦Abra ampliamente las ventanas cuando hace calor y esté mal ventilado. Igualmente cuando haya humo de cocinar y olores penetrantes. ◦Si usted usa calefacción con madera o parafina, mantenga las ventanas un poquito abiertas para eliminar los humos que se producen en la combustión. ◦Cierre las ventanas cuando el aire exterior esté contaminado con el humo de escapes de automóviles, polvo o pólenes de flores y árboles Síntomas de un Ataque de Asma •Pecho oprimido •Tos •Sibilancias (silbidos en el pecho) ¿Qué es lo que pasa durante un ataque de asma? Durante un ataque de asma, entra y sale menos aire de los pulmones. Las personas tosen y presentan silbidos (sibilancias). La pared torácica se siente apretada y oprimida. El interior de las vías aéreas se ve de la siguiente manera: •Sus paredes están aún más engrosadas. •Los tubos aéreos se observan como estrangulados. •Producen excesivas mucosidades que las obstruyen. ¿Qué hacer sí le comienza un ataque de asma? •Aléjese de la causa que provocó el inicio del ataque de asma. •Use inmediatamente un medicamento para el alivio del asma. •Quédese en reposo por una hora hasta que esté seguro que su respiración ha mejorado. •Si no logra sentirse mejor, solicite atención médica. Debe consultar inmediatamente a su médico, cuando: •Su medicamento de alivio rápido no lo ayuda por mucho tiempo o no ayuda en absoluto. La respiración sigue rápida y difícil. •Le es difícil hablar. •Los labios y uñas de las manos se vuelven grises o azules. •Los orificios nasales se abren ampliamente al respirar. •Cuando respira, la piel entre medio de las costillas y en el cuello se tracciona. •Los latidos cardíacos y el pulso están muy rápidos. •Tiene dificultad para caminar. Factores o elementos que pueden desencadenar un ataque de asma •Animales con pelo •Humo de cigarrillo •Otro tipo de humo •Polvo de cama y almohadas •Polvo de barrido •Olores penetrantes y rociadores •Polen de árboles y flores •Cambio de Temperaturas •Resfríos •Correr, deportes y trabajo duro. Tratamientos indicados en Pacientes Asmáticos 1.Todas las personas que sufren de asma necesitan de un medicamento que les proporcione un alivio rápido, que detenga los ataques de asma: Broncodilatador (beta2 de corta acción). 2.Muchas personas necesitan también usar todos los días un medicamento preventivo (Corticoides inhalados), que les proteja los pulmones y evite que se desencadene los ataques de asma. 3.Inmunoterapia con vacunas sublinguales o inyectables: Este es el único tipo de tratamiento aceptado como capaz de revertir los síntomas del asma de origen alérgico (cerca del 80% de los casos) (www.leti.com). El uso excesivo del medicamento de alivio rápido puede hacerle daño Los medicamentos que alivian rápidamente el asma pueden hacerlo sentirse bien por un rato. Pueden detener el ataque. En algunos ataques, usted puede pensar que se está sintiendo mejor, pero sus vías aéreas se están inflamando cada vez más. En ese momento usted está en peligro de tener un ataque de asma grave. Si usted está usando todos los días los medicamentos de alivio rápido para detener los ataques de asma, ello significa que necesita emplear una medicina preventiva del asma. Si utiliza un medicamento de alivio rápido más de cuatro veces al día para aliviar sus ataques de asma, usted requiere ayuda de un médico hoy día mismo. Visite a su médico •Revise su plan de tratamiento para saber qué medicamentos de alivio rápido debe emplear en un ataque de asma. •Revise su plan terapéutico de modo que le ayude a recordar los medicamentos preventivos que debe usar todos los días. •Revise su plan para ver si debe utilizar medicamentos antes de iniciar actividades deportivas o hacer un trabajo intenso. Tratamiento Preventivo •Usted no se hará adicto a los medicamentos preventivos para el asma aunque los use muchos años. •Los medicamentos preventivos harán que desaparezca la inflamación de las vías aéreas pulmonares. •El doctor puede indicarle el uso diario de los medicamentos preventivos cuando: •Tenga tos, sibilancia u opresión del pecho más de una vez a la semana. •Se despierte de noche debido al asma •Tenga muchos ataques de asma •Tenga que usar todos los días medicamentos de acción rápida para eliminar los ataques de asma. Si experimenta algún problema con los medicamentos antiasmáticos: •El doctor puede cambiar o modificar el medicamento empleado. Hay muchos medicamentos disponibles para el asma. •Visite y contrólese con su doctor 2 a 3 veces al año para que él vea cuan bien le están haciendo los medicamentos. •El asma puede mejorarse o empeorarse a través de los años. Su doctor puede necesitar cambiar sus medicinas para el asma en relación con ello. •Descartar o confirmar el origen alérgico del asma mediante un test cutáneo. Este es el primer paso para un eventual tratamiento definitivo mediante inmunoterapia. La inmunoterapia en asma no se contrapone con los medicamentos, sino que son tratamientos complementarios.

miércoles, 10 de junio de 2009

Para Pacientes: ¿Qué es una prueba de alergia?

Si es alérgico, usted está reaccionando a una sustancia en particular. Cualquier sustancia que pueda ocasionar una reacción alérgica se denomina alérgeno. Para determinar cuáles son las causantes específicas de sus alergias, su especialista en alergias o inmunólogo hará unas pruebas efectivas y seguras sobre su piel, o a veces en la sangre, con diminutas cantidades de los alérgenos que por lo común son las causas de los problemas. Las pruebas de alergia están diseñadas para reunir la información más específica posible con el objetivo de que su médico determine a qué es alérgico usted y le suministre el mejor tratamiento. ¿Quién debe ser sometido a una prueba de alergia? Los adultos y niños de cualquier edad con síntomas que sugieran alergia. Los síntomas de la alergia incluyen: • Síntomas respiratorios: picor en ojos, nariz o garganta; congestión nasal, nariz tupida, ojos llorosos, congestión de pecho o respiración sibilante • Síntomas cutáneos: urticaria, picazón generalizada o dermatitis atópica • Otros síntomas: anafilaxis (reacciones alérgicas severas que ponen en peligro la vida), síntomas abdominales (retorcijones, diarrea) consistentemente después de determinados alimentos, reacciones a picaduras de insectos distintas a una hinchazón local en el lugar donde se produjeron. Por lo general, los alérgenos inhalados como los ácaros del polvo o el polen de árboles, grama o hierbas producen síntomas respiratorios y las alergias por ingestión (alimentos) producirán síntomas cutáneos o gastrointestinales o anafilaxis, pero ambos tipos de alérgenos (ingeridos o inhalados) pueden ocasionar toda una gama de síntomas alérgicos. ¿Por qué motivos se deben efectuar pruebas de alergia? Para que usted pueda controlar los síntomas alérgicos, su especialista en alergias o inmunólogo debe primero determinar la causa. Por ejemplo, no deberá que desembarazarse de su gato si usted es alérgico a los ácaros del polvo y no a los gatos. Las pruebas de alergia proporcionan información específica concreta sobre los elementos a los que usted es alérgico y a cuáles no. Una vez identificados los alérgenos específicos que ocasionan los síntomas, usted y su médico pueden desarrollar un plan de tratamiento destinado a controlarlos o eliminarlos. Al tener bajo control los síntomas de la alergia, notará mejoras considerables en su calidad de vida. Podrá dormir mejor porque estará menos congestionado, durante el día ya no estará constantemente estornudando ni soplándose la nariz, podrá hacer mejor ejercicios y controlará mejor la dermatitis atópica (eczema); éstas son algunas de las mejorías que logrará con un plan de tratamiento para la alergia. ¿A cuáles alérgenos me harán pruebas? Por el diagnóstico de su médico, usted sabe que uno o más alérgenos están provocando la reacción alérgica: picazón, inflamación, estornudos, respiración sibilante u otros síntomas. Los síntomas tal vez están causados por uno de estos alérgenos comunes: • productos de los ácaros del polvo (diminutos insectos que no se ven a simple vista) que habitan en su hogar; • proteínas de las mascotas con pieles, que se encuentran en las secreciones cutáneas (caspa), saliva y orina (en realidad no es su pelaje); • moho dentro de su hogar o en el aire exterior; • polen de árboles, grama o hierbas; y/o • deposiciones de cucarachas. Las reacciones alérgicas más graves pueden ser causadas por: • el veneno de la picadura de abejas, avispas, avispas mediterráneas, hormigas de fuego y otros insectos que pican; • alimentos; • látex de caucho natural, como el de los guantes o globos; o • drogas, como la penicilina. Todos estos alérgenos están constituidos, típicamente, por proteínas. Las pruebas de alergia determinan a cuáles usted puede estar reaccionando. Los extractos de alérgenos o vacunas usados en las pruebas de alergia se elaboran comercialmente y están estandarizados según las normativas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. Su especialista en alergias o inmunólogo está capacitado para efectuar pruebas seguras de alergia a las sustancias arriba enumeradas usando los extractos de alérgenos. Tipos de prueba de alergia Prueba epicutánea por puntura: La prueba por puntura se basa en introducir una pequeña cantidad de alérgeno en la piel mediante un pequeño pinchazo. Si es alérgico, los alérgenos específicos a los que usted es alérgico ocasionarán una reacción en cadena en su organismo. Las personas con alergia tienen un anticuerpo alérgico llamado IgE (inmunoglobulina E) en el organismo. Este elemento químico, que sólo se encuentra en alérgicos, activa unas células especiales llamadas mastocitos. Éstos liberan unos elementos químicos, los mediadores, como la histamina, responsable del enrojecimiento y la inflamación. Con las pruebas, esta inflamación sólo tiene lugar en los puntos donde se introdujo la diminuta cantidad de alérgeno al cual usted es alérgico. De este modo, si tiene alergia al polvo pero no a los gatos, el punto donde el alérgeno elaborado con polvo tocó su piel se inflamará y picará un poco, formando una roncha del tamaño de una moneda pequeña. El punto donde el alérgeno del gato entró a su piel permanecerá normal. Esta reacción se produce rápidamente dentro de su organismo. Los resultados de las pruebas están listos a los 15 minutos, así que no debe esperar mucho para descubrir qué es lo que le causa alergia. Y no tendrá otros síntomas, aparte de una ligera inflamación y pequeñas ronchas en el lugar donde se hizo la prueba; esto desaparece en 30 minutos. Intradérmica: es la inyección de una pequeña cantidad de alérgeno bajo la piel con una jeringa. Este tipo de prueba es más sensible que el método por puntura. Se la puede usar si los resultados de la técnica por puntura fueron negativos. Otras técnicas para determinar alergias Métodos de escarificación: El término pruebas de escarificación hace referencia a una prueba que actualmente no es muy usada, mediante el cual se rasca la piel y se deja caer el alérgeno en el lugar. Pruebas de desafío: Es la introducción de pequeñas cantidades del alérgeno sospechoso por vía oral, inhalada u otras vías. Salvo cuando se trata de alimentos o medicamentos, rara vez se efectúan las pruebas de desafío. Cuando se hacen, deben ser controladas con mucha atención por el especialista en alergias o inmunólogo. Pruebas de sangre (RAST) -A veces, su especialista en alergias o inmunólogo realizará una prueba de sangre, denominada prueba RAST (radioalergosorbente). Como para ella hay que sacar sangre, es más costosa y los resultados no están disponibles tan rápidamente como las pruebas cutáneas. El RAST por lo general sólo se usa en casos en los cuales no se puede realizar otro tipo de prueba, como en el caso de los pacientes que toman determinados medicamentos o aquellos en los cuales la condición de su piel pueda interferir con una prueba cutánea. Existen otros tipos de pruebas de alergia que la American Academy of Allergy, Asthma and Immunology considera inaceptables, entre ellos: kinesiología aplicada (pruebas de alergia mediante relajación muscular), pruebas de autoinyección de orina, titulación de la piel (Método de Rinkel), exámenes de provocación y naturalización (subcutáneos) o provocación sublingual. Si su médico planea realizarle alguna de éstas, sírvase consultar a un especialista en alergias o inmunólogo miembro de la AAAAI para que le efectúe una prueba apropiada. ¿Quién puede ser sometido a una prueba de alergia? Se pueden someter a pruebas de alergia adultos y niños de cualquier edad. Como distintos alérgenos causan molestias a distintas personas, el especialista revisará su historial médico para determinar cuáles son las pruebas más adecuadas para usted. Algunos medicamentos pueden interferir en las pruebas cutáneas. En particular, los antihistamínicos pueden inhibir algunas de estas reacciones. Se aconseja suspender su uso uno o dos días antes de realizar la prueba en la piel.

¿Qué es la inmunoterapia?

La inmunoterapia alergénica es una forma de tratamiento con el objetivo de disminuir la sensibilidad a sustancias llamadas alergenos. Esas sustancias se identifican con pruebas de alergenos y son las que detonan los síntomas de alergia cuando se está expuesto a ellas. La inmunoterapia alergénica implica inyectar a un paciente cantidades cada vez mayores de un alergeno durante varios meses. La inmunoterapia ha demostrado evitar el desarrollo de nuevas alergias y, en niños, puede evitar que la enfermedad alérgica progrese hasta convertirse en rinitis alérgica o asma. La inmunoterapia alergénica puede producir alivio perdurable de los síntomas de la alergia después de terminar el tratamiento. ¿Quién debe recibir tratamiento de inmunoterapia? La inmunoterapia solamente se recomienda para el asma, la rinitis y la conjuntivitis alérgica, además de la alergia a la picadura de insectos. No se recomienda la inmunoterapia para alergias a alimentos. La mejor opción para las personas con alergia a ciertas comidas es evitar estrictamente esos alimentos. La decisión de iniciar la inmunoterapia se basará en varios factores, incluyendo: • Duración de la temporada de alergia y gravedad de los síntomas • La medida en que los medicamentos y/o controles ambientales controlan los síntomas de la alergia. • Deseos de evitar el uso de medicamentos a largo plazo. • Tiempo: la inmunoterapia requerirá de un compromiso por un tiempo considerable. • Costo: puede variar dependiendo de la región y la cobertura de su seguro social o privado ¿Los niños pueden recibir inmunoterapia? La edad mínima recomendada para iniciar la inmunoterapia subcutánea es de cinco años por diversas razones, incluyendo las dificultades que pueden presentar los niños menores para cooperar con el programa de inmunoterapia. Estudios recientes han sugerido que la inmunoterapia puede evitar el desarrollo de nuevas alergias en los niños y también puede prevenir el desarrollo del asma en los niños con rinitis. No hay un límite máximo de edad para recibir la inmunoterapia. Al considerar la inmunoterapia en personas mayores, se deben tomar en cuenta las condiciones médicas adicionales (como enfermedad cardiaca) que son más frecuentes en las personas mayores y podrían hacer que la inmunoterapia tenga un potencial de riesgo. ¿Dónde debe aplicarse la inmunoterapia? La inmunoterapia debe aplicarse bajo la supervisión de un médico en instalaciones equipadas con el personal y equipo adecuados para identificar y tratar reacciones adversas a las inyecciones para la alergia. Idealmente, la inmunoterapia debe aplicarse en el consultorio del especialista en alergias / inmunólogo que la prescribe, pero de no ser posible, su especialista en alergias / inmunólogo debe facilitar al médico supervisor instrucciones detalladas sobre su tratamiento de inmunoterapia. ¿Cómo funciona la inmunoterapia? Si usted es alérgico a una sustancia como los ácaros, no superará su alergia inhalando ácaros por la nariz o hacia los pulmones. Entonces, ¿cómo es que una serie de inyecciones que incluyen las sustancias que detonan sus alergias lo alivian de sus síntomas de alergia? La inmunoterapia alergénica funciona como una vacuna. Su cuerpo responde a las cantidades inyectadas de un alergeno en particular, suministrado en dosis gradualmente mayores, desarrollando una inmunidad o tolerancia a el (los) alergeno(s). Como resultado de esos cambios inmunológicos, la inmunoterapia puede producir una disminución o desaparición de los síntomas de alergia cuando se ve expuesto al (los) alergeno(s) incluido(s) en la vacuna para la alergia. Por lo general la inmunoterapia consiste de dos fases: una fase de acumulación y una fase de mantenimiento. • Fase de acumulación: se trata de recibir inyecciones con cantidades cada vez mayores de los alergenos. La frecuencia de las inyecciones durante esta fase por lo general varía de 1 a 2 veces por semana, aunque en ocasiones se hacen programas de acumulación más rápidos. La duración de esta fase depende de la frecuencia de las inyecciones, pero por lo general va de 3 a 6 meses. • Fase de mantenimiento: Esta fase inicia cuando se alcanza la dosis terapéutica efectiva. La dosis de mantenimiento efectiva es diferente para cada persona, dependiendo de su nivel de sensibilidad al alergeno (su "grado" de alergia a los alergenos en la vacuna) y su respuesta a la fase de acumulación de la inmunoterapia. Al alcanzar la dosis de mantenimiento, transcurrirán períodos más largos entre cada tratamiento de inmunoterapia. Los intervalos entre las inyecciones de inmunoterapia de mantenimiento por lo general varían de cada 2 a cada 4 semanas. Su especialista en alergias / inmunólogo decidirá el intervalo correcto para usted. Los beneficios de la inmunoterapia, en términos de reducción de los síntomas de alergia, pueden iniciar durante la fase de acumulación, pero pueden tardar hasta 12 meses con la dosis de mantenimiento. La mejoría con la inmunoterapia puede ser progresiva a lo largo del período del tratamiento. La eficacia de la inmunoterapia parece estar relacionada con la duración del tratamiento y la dosis del alergeno. La falta de respuesta a la inmunoterapia puede deberse a factores diversos que incluyen: • Dosis inadecuada del alergeno en la vacuna de la alergia • Ausencia de alergenos que no hayan sido identificados durante la evaluación de la alergia • Altos niveles del alergeno en el medio ambiente (es decir, un control ambiental inadecuado). • Una exposición considerable a detonadores no alérgicos (es decir, humo de tabaco). De no haber mejoría después de un año de inmunoterapia de mantenimiento, se deben explorar los motivos probables de la falta de respuesta. De no encontrar una razón aparente, entonces debe considerarse descontinuar la inmunoterapia y buscar otras opciones de tratamiento. ¿Cuándo se debe interrumpir la inmunoterapia? Si la inmunoterapia resulta exitosa, el tratamiento de mantenimiento por lo general se continúa durante 3 a 5 años. La decisión de interrumpir la inmunoterapia debe analizarse con su especialista en alergias / inmunólogo después de 3 a 5 años de tratamiento. Algunas personas pueden experimentar una remisión perdurable de sus síntomas de alergia pero otros pueden recaer después de descontinuar la inmunoterapia. Por lo tanto, la decisión de interrumpir la inmunoterapia debe ser individualizada. ¿Cuáles son las reacciones probables? Hay dos tipos de reacciones adversas que ocurren con la inmunoterapia: reacciones locales y/o sistémicas. Reacciones locales: Son bastante comunes y se presentan como irritación e inflamación en el lugar de inyección. Esto puede suceder de inmediato o varias horas después del tratamiento. Reacciones sistémicas: son mucho menos comunes que las reacciones locales. Las reacciones sistémicas por lo general son leves y responden rápidamente a los medicamentos. Los síntomas puede incluir un aumento en los síntomas de la alergia como estornudos, congestión nasal o urticaria. Ocasionalmente se puede presentar una reacción sistémica grave llamada anafilaxis después de una inyección de inmunoterapia. Además de los síntomas relacionados con una reacción sistémica leve, los síntomas de una reacción anafiláctica pueden incluir inflamación de la garganta, sibiliancia o una sensación de tirantez en el pecho, náusea, mareo u otros síntomas. Las reacciones sistémicas requieren de tratamiento inmediato. Las reacciones sistémicas más graves se presentan dentro de los 30 minutos siguientes a las inyecciones para la alergia y es por esto que se recomienda que espere en la oficina 30 minutos después de sus inyecciones para la alergia. Su especialista en alergias / inmunólogo está capacitado para supervisar esas reacciones y su personal está capacitado para identificar y aplicar tratamiento para las reacciones sistémicas. Resumen: La inmunoterapia alergénica es un tratamiento eficaz y comprobado para la rinitis alérgica, el asma alérgica y la alergia a las picaduras de insectos. También puede ser eficaz en algunas personas con dermatitis atópica (eczema) si tienen alergias a alergenos transportados en el aire. La inmunoterapia puede modificar potencialmente la enfermedad alérgica, llevando a una remisión duradera de los síntomas de alergia. La inmunoterapia puede representar un papel preventivo en la enfermedad alérgica pediátrica, en términos de desarrollo de asma y nuevas alergias, por lo tanto, consultar al especialista en alergias en una etapa inicial puede ser importante en el niño con síntomas de alergia. Las reacciones adversas a la inmunoterapia son ocasionales, pero requieren de atención médica inmediata y es por eso que la inmunoterapia debe administrarse en instalaciones médicas equipadas adecuadamente y con personal capacitado para identificar y aplicar tratamiento a esas reacciones. Su especialista en alergias / inmunólogo puede ofrecerle más información sobre inmunoterapia alergénica o "inyecciones para la alergia".

¿ Que es la inmunoterapia ?

¿Qué es la inmunoterapia? La inmunoterapia alergénica es una forma de tratamiento con el objetivo de disminuir la sensibilidad a sustancias llamadas alergenos. Esas sustancias se identifican con pruebas de alergenos y son las que detonan los síntomas de alergia cuando se está expuesto a ellas. La inmunoterapia alergénica implica inyectar a un paciente cantidades cada vez mayores de un alergeno durante varios meses. La inmunoterapia ha demostrado evitar el desarrollo de nuevas alergias y, en niños, puede evitar que la enfermedad alérgica progrese hasta convertirse en rinitis alérgica o asma. La inmunoterapia alergénica puede producir alivio perdurable de los síntomas de la alergia después de terminar el tratamiento. ¿Quién debe recibir tratamiento de inmunoterapia? La inmunoterapia solamente se recomienda para el asma, la rinitis y la conjuntivitis alérgica, además de la alergia a la picadura de insectos. No se recomienda la inmunoterapia para alergias a alimentos. La mejor opción para las personas con alergia a ciertas comidas es evitar estrictamente esos alimentos. La decisión de iniciar la inmunoterapia se basará en varios factores, incluyendo: • Duración de la temporada de alergia y gravedad de los síntomas • La medida en que los medicamentos y/o controles ambientales controlan los síntomas de la alergia. • Deseos de evitar el uso de medicamentos a largo plazo. • Tiempo: la inmunoterapia requerirá de un compromiso por un tiempo considerable. • Costo: puede variar dependiendo de la región y la cobertura de su seguro social o privado ¿Los niños pueden recibir inmunoterapia? La edad mínima recomendada para iniciar la inmunoterapia subcutánea es de cinco años por diversas razones, incluyendo las dificultades que pueden presentar los niños menores para cooperar con el programa de inmunoterapia. Estudios recientes han sugerido que la inmunoterapia puede evitar el desarrollo de nuevas alergias en los niños y también puede prevenir el desarrollo del asma en los niños con rinitis. No hay un límite máximo de edad para recibir la inmunoterapia. Al considerar la inmunoterapia en personas mayores, se deben tomar en cuenta las condiciones médicas adicionales (como enfermedad cardiaca) que son más frecuentes en las personas mayores y podrían hacer que la inmunoterapia tenga un potencial de riesgo. ¿Dónde debe aplicarse la inmunoterapia? La inmunoterapia debe aplicarse bajo la supervisión de un médico en instalaciones equipadas con el personal y equipo adecuados para identificar y tratar reacciones adversas a las inyecciones para la alergia. Idealmente, la inmunoterapia debe aplicarse en el consultorio del especialista en alergias / inmunólogo que la prescribe, pero de no ser posible, su especialista en alergias / inmunólogo debe facilitar al médico supervisor instrucciones detalladas sobre su tratamiento de inmunoterapia. ¿Cómo funciona la inmunoterapia? Si usted es alérgico a una sustancia como los ácaros, no superará su alergia inhalando ácaros por la nariz o hacia los pulmones. Entonces, ¿cómo es que una serie de inyecciones que incluyen las sustancias que detonan sus alergias lo alivian de sus síntomas de alergia? La inmunoterapia alergénica funciona como una vacuna. Su cuerpo responde a las cantidades inyectadas de un alergeno en particular, suministrado en dosis gradualmente mayores, desarrollando una inmunidad o tolerancia a el (los) alergeno(s). Como resultado de esos cambios inmunológicos, la inmunoterapia puede producir una disminución o desaparición de los síntomas de alergia cuando se ve expuesto al (los) alergeno(s) incluido(s) en la vacuna para la alergia. Por lo general la inmunoterapia consiste de dos fases: una fase de acumulación y una fase de mantenimiento. • Fase de acumulación: se trata de recibir inyecciones con cantidades cada vez mayores de los alergenos. La frecuencia de las inyecciones durante esta fase por lo general varía de 1 a 2 veces por semana, aunque en ocasiones se hacen programas de acumulación más rápidos. La duración de esta fase depende de la frecuencia de las inyecciones, pero por lo general va de 3 a 6 meses. • Fase de mantenimiento: Esta fase inicia cuando se alcanza la dosis terapéutica efectiva. La dosis de mantenimiento efectiva es diferente para cada persona, dependiendo de su nivel de sensibilidad al alergeno (su "grado" de alergia a los alergenos en la vacuna) y su respuesta a la fase de acumulación de la inmunoterapia. Al alcanzar la dosis de mantenimiento, transcurrirán períodos más largos entre cada tratamiento de inmunoterapia. Los intervalos entre las inyecciones de inmunoterapia de mantenimiento por lo general varían de cada 2 a cada 4 semanas. Su especialista en alergias / inmunólogo decidirá el intervalo correcto para usted. Los beneficios de la inmunoterapia, en términos de reducción de los síntomas de alergia, pueden iniciar durante la fase de acumulación, pero pueden tardar hasta 12 meses con la dosis de mantenimiento. La mejoría con la inmunoterapia puede ser progresiva a lo largo del período del tratamiento. La eficacia de la inmunoterapia parece estar relacionada con la duración del tratamiento y la dosis del alergeno. La falta de respuesta a la inmunoterapia puede deberse a factores diversos que incluyen: • Dosis inadecuada del alergeno en la vacuna de la alergia • Ausencia de alergenos que no hayan sido identificados durante la evaluación de la alergia • Altos niveles del alergeno en el medio ambiente (es decir, un control ambiental inadecuado). • Una exposición considerable a detonadores no alérgicos (es decir, humo de tabaco). De no haber mejoría después de un año de inmunoterapia de mantenimiento, se deben explorar los motivos probables de la falta de respuesta. De no encontrar una razón aparente, entonces debe considerarse descontinuar la inmunoterapia y buscar otras opciones de tratamiento. ¿Cuándo se debe interrumpir la inmunoterapia? Si la inmunoterapia resulta exitosa, el tratamiento de mantenimiento por lo general se continúa durante 3 a 5 años. La decisión de interrumpir la inmunoterapia debe analizarse con su especialista en alergias / inmunólogo después de 3 a 5 años de tratamiento. Algunas personas pueden experimentar una remisión perdurable de sus síntomas de alergia pero otros pueden recaer después de descontinuar la inmunoterapia. Por lo tanto, la decisión de interrumpir la inmunoterapia debe ser individualizada. ¿Cuáles son las reacciones probables? Hay dos tipos de reacciones adversas que ocurren con la inmunoterapia: reacciones locales y/o sistémicas. Reacciones locales: Son bastante comunes y se presentan como irritación e inflamación en el lugar de inyección. Esto puede suceder de inmediato o varias horas después del tratamiento. Reacciones sistémicas: son mucho menos comunes que las reacciones locales. Las reacciones sistémicas por lo general son leves y responden rápidamente a los medicamentos. Los síntomas puede incluir un aumento en los síntomas de la alergia como estornudos, congestión nasal o urticaria. Ocasionalmente se puede presentar una reacción sistémica grave llamada anafilaxis después de una inyección de inmunoterapia. Además de los síntomas relacionados con una reacción sistémica leve, los síntomas de una reacción anafiláctica pueden incluir inflamación de la garganta, sibiliancia o una sensación de tirantez en el pecho, náusea, mareo u otros síntomas. Las reacciones sistémicas requieren de tratamiento inmediato. Las reacciones sistémicas más graves se presentan dentro de los 30 minutos siguientes a las inyecciones para la alergia y es por esto que se recomienda que espere en la oficina 30 minutos después de sus inyecciones para la alergia. Su especialista en alergias / inmunólogo está capacitado para supervisar esas reacciones y su personal está capacitado para identificar y aplicar tratamiento para las reacciones sistémicas. Resumen: La inmunoterapia alergénica es un tratamiento eficaz y comprobado para la rinitis alérgica, el asma alérgica y la alergia a las picaduras de insectos. También puede ser eficaz en algunas personas con dermatitis atópica (eczema) si tienen alergias a alergenos transportados en el aire. La inmunoterapia puede modificar potencialmente la enfermedad alérgica, llevando a una remisión duradera de los síntomas de alergia. La inmunoterapia puede representar un papel preventivo en la enfermedad alérgica pediátrica, en términos de desarrollo de asma y nuevas alergias, por lo tanto, consultar al especialista en alergias en una etapa inicial puede ser importante en el niño con síntomas de alergia. Las reacciones adversas a la inmunoterapia son ocasionales, pero requieren de atención médica inmediata y es por eso que la inmunoterapia debe administrarse en instalaciones médicas equipadas adecuadamente y con personal capacitado para identificar y aplicar tratamiento a esas reacciones. Su especialista en alergias / inmunólogo puede ofrecerle más información sobre inmunoterapia alergénica o "inyecciones para la alergia".

martes, 2 de junio de 2009

¿ Tienes Asma ? ¿Sabes como alimentarte?

El Asma es una enfermedad crónica, es decir, no es una enfermedad que se cure pero sí se puede controlar. Es un trastorno respiratorio caracterizado por el estrechamiento bronquial, los bronquiolos son vías por donde pasa el oxígeno hacia los pulmones; y al inflamarse los bronquiolos se produce dificultad para respirar, excesiva mucosidad y tos. El Asma se puede manifestar o tener a cualquier edad. Esta no se contrae de otra persona. Según la Organización Mundial de la Salud, afecta alrededor del 3 al 7% de la población, siendo los niños los más proclives a padecerla. Signos y síntomas: Las personas que tienen asma despiertan de noche debido a crisis de tos y dificultad respiratoria. Al hacer ejercicio, puede que la respiración se dificulte y el pecho se oprima. Pueden tener una respiración dificultosa, y ataques que aparecen y desaparecen periódicamente. Factores o elementos que pueden desencadenar un ataque de asma: - Humo de cigarrillo - Otro tipo de humo - Polvo de cama y almohadas - Polvo de barrido - Olores penetrantes y rociadores - Polen de árboles y flores - Cambio de Temperaturas - Resfríos * El clima (lluvias) - Correr, deportes y trabajo duro. - Animales con pelo Controlar el asma: Tome los medicamentos para el asma en la forma que el médico se lo haya indicado. Visite al médico 2 a 3 veces al año para que lo controle. Mantengase alejado de las situaciones que pueden provocarle ataques de asma Recomendaciones nutricionales para personas con asma Incrementar el consumo de frutas y vegetales en forma natural; ya que estos contienen antioxidantes, los cuales mejoran la función pulmonar. Disminuir el consumo de frituras y alimentos con alto contenido de grasas, tales como: chocolates, tortas, pizzas, mayonesa, entre otros; ya que los alimentos con bajo contenido de grasa favorecen a la respiración. Incrementar el consumo de cítricos y alimentos fuentes de vitamina B6, así como: carnes, hígado, nueces, huevo, lácteos y pescado. La cafeína relaja los músculos y abre las vías aéreas del pulmón; por ello que entre 2 a 3 tazas de café a diario pueden ser útiles en los adultos. La vitamina e protege modestamente de algunos síntomas propios del Asma, por consiguiente se recomienda el consumo de alimentos fuente de esta vitamina, tales como: maíz, nueces, aceitunas, aceite de oliva.

martes, 5 de mayo de 2009

EL ASMA YA NO ES UNA ENFERMEDAD INCAPACITANTE

Bajó 50% la mortalidad por asma De 1500 defunciones registradas en los 90, hoy se producen 700; aun así, el 90% de éstas podrían evitarse. En los últimos diez años, la mortalidad por asma disminuyó a algo más de la mitad. Pero ésa no es una buena noticia completa, ya que los expertos sostienen que todavía la cifra de decesos es muy alta."Hoy, en el país, mueren anualmente 700 personas por asma, a diferencia de las 1500 que morían en los noventa. Y si disminuyeran el subdiagnóstico y el subtratamiento, la mortalidad podría reducirse aún más, al 10 por ciento", precisó el doctor Ricardo A Farfán Cueto inmunologo, Director del Instituto Peruano de Inmunologia Alergia y Nutricion (IPIAN). Las cifras surgen de una comparación histórica de los registros de defunción, aunque debería tenerse en cuenta que no siempre se precisa la causa que produce el paro cardiorrespiratorio que provoca el deceso. "Si tuviéramos un programa nacional de asma, como en Chile, mejoraría el diagnóstico de la enfermedad y de su gravedad, garantizaría el acceso gratuito a la medicación, permitiría informar mejor a la población para detectar los síntomas de esta enfermedad y educar a los pacientes para que aprendan a tomar los medicamentos y sepan cómo actuar a tiempo", agregó el Dr Farfan. El asma es una inflamación crónica que afecta el sistema respiratorio y produce síntomas como tos, respiración sibilante, falta de aire, agitación o sensación de opresión en el pecho, entre otros. Tiene un origen mixto, ya que en su aparición interactúan los genes -hay 80 identificados, contra 1 que produce la enfermedad pulmonar obstructiva crónica-, la contaminación ambiental y el medio social, que determinará la exposición a los "disparadores" de las crisis asmáticas, como la humedad, el humo de tabaco, los ácaros del polvo o ciertos alimentos y aditivos, entre otros. Según los expertos consultados, aún se desconoce si los medicamentos disponibles controlan los síntomas porque detienen el proceso inflamatorio en las vías respiratorias. "La inflamación está, aunque la persona no sienta o subestime los síntomas, una actitud que es frecuente". Es que no siempre los pacientes cumplen con las indicaciones médicas. De hecho, comentaron los especialistas, entre el 10 y el 15% de los asmáticos siguen fumando, cuando está totalmente desaconsejado hacerlo, o muchos padres le piden al médico un certificado para que su hijo asmático no haga gimnasia en la escuela."En la actualidad, un chico con asma bajo tratamiento no sólo puede hacer actividad física, sino que debe hacerla", comentó el doctor Ricardo Farfan, Mapa local Se estima que en el Perú hay entre 3 y 4 millones de X-AntiVirus: checked by AntiVir MailGuard (Version: 8.0.0.18; AVE: 8.2.0.138; VDF: 7.1.3.44) personas asmáticas, entre chicos y grandes. Sin embargo, sólo el 8% sigue un tratamiento adecuado, según indicaron ayer los especialistas. durante una reunión de la AAMR y la Aaaeic por el Día Mundial del Asma, que se conmemora hoy con el auspicio de la Iniciativa Global para el Asma (GINA, por sus siglas en inglés), en la que participa la Organización Mundial de la Salud.Gran cantidad de ellos ignoran que padecen una enfermedad que aún sigue recibiendo "nombres de fantasía", como los denominó De Gennaro. Los más comunes son: broncoespasmo, bronquitis asmática, asma alérgica, alergia bronquial, bronquitis obstructiva recidivante (BOR), entre otros."Son formas de fantasía para no llamar a la enfermedad por su nombre, aunque ya el asma dejó de ser una condición invalidante como lo era hace muchos años -dijo el especialista-. Y eso no es bueno, porque si uno conoce al enemigo, se puede batallar mejor."Sobre los broncoespasmos pediátricos, los médicos aclararon que si un chico sufre un espasmo bronquial, no significa que sea asmático. "Pero sí cuando tiene más de dos o tres broncoespasmos por año, tiene antecedentes familiares, una espirometría revela una obstrucción respiratoria y un broncodilatador revierte el problema", agregó. El asma en la infancia sigue siendo la principal causa de ausentismo escolar. Cuando no está controlada, también impide participar de actividades deportivas, laborales y sociales. Además, Bergna explicó que una familia puede necesitar asignar entre el 5 y el 15% de sus ingresos al tratamiento."Aunque el asmático no es un discapacitado, tiene una enfermedad crónica y necesita controlarla de por vida. Sin embargo, en el país no hay una cobertura total del tratamiento, y una familia necesita unos 150 dolares por mes para que un hijo pueda manejar la enfermedad con un solo medicamento"

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